06 julio 2008

Apuntes sobre la Guerra de Secesión Americana: El papel de Lincoln

Ante el increible tamaño que alcanzo la anterior entrada sobre las verdaderas causas de la Guerra de Secesion Norteamericana, he decidido separar el papel de Lincoln en esta confrontacion siendo el suyo uno de los papeles mas importantes en el desarrollo de esta confrontación.

Las elecciones presidenciales y legislativas de 1860 se presentaron como la ocasión para resolver de una vez por todas una tensa situación de espera que ya no podía durar mucho más. A la elección concurrieron cuatro candidatos con posibilidades reales de alcanzar la presidencia, circunstancia poco frecuente en las elecciones presidenciales norteamericanas. Abraham Lincoln había sido elegido candidato por los republicanos aunque no tanto por sus méritos personales, que aún nadie sospechaba, sino por una pura estrategia política: su humilde origen, su gran sentido del humor, su moderación respecto a la esclavitud y su brillante elocuencia, le hacían un candidato muy atractivo. Y, efectivamente, consiguió ganar, obteniendo 180 votos electorales (casi el 60% del total del colegio electoral), aunque sólo logró obtener el 40% del total del voto popular emitido. Pero la victoria de Lincoln presagiaba la secesión, pues había obtenido todos sus votos en los Estados del Norte y del Oeste y no consiguió ni un solo voto en los colegios electorales de los Estados del Sur. 

Lincoln apreciaba en toda su magnitud la cuestión de la esclavitud, en especial en lo relativo al poder destructivo que podía llegar a tener para todo el país, por razón de la amenaza que significaba para su régimen político. Por eso creía que la esclavitud debía desaparecer de los Estados Unidos de América, y en el corto plazo además; pero estaba dispuesto a respetar la esclavitud en tanto que la misma no se extendiese más, y mientras se decidiese el modo de acabar con ella de modo satisfactorio, en términos económicos, para los propietarios de esclavos. 

Más que el problema de la esclavitud de los negros, aunque éste también preocupaba a una buena parte de la opinión pública, la generalidad de los ciudadanos percibía en la secesión (y en la esclavitud a ella asociada), sobre todo, un grave riesgo para la supervivencia de su sistema de gobierno, así como para el mantenimiento de sus derechos. Muchos norteamericanos, como el propio Lincoln, pensaban que los negros no eran iguales a los blancos en muchos aspectos de orden cultural o de orden moral pero, como el propio Lincoln señaló en ese mismo discurso, el negro "en el derecho a comer el pan que pueda ganar con su trabajo, sin depender de nadie, es igual a mi, es igual a cualquier otro hombre". No fue, pues, tanto la cuestión de la esclavitud de los negros, en sí misma considerada, la prioridad. De hecho, la plena integración de los negros en la sociedad norteamericana no encontró las vías de su definitiva solución hasta el último tercio del siglo XX, cien años después. 

Para Lincoln, la gran cuestión planteada a los Estados Unidos por la crisis de la secesión no era tanto la esclavitud; ni siquiera lo era el mantenimiento de una Unión indisoluble, pese a que ambos asuntos eran cuestiones primordiales, en todo caso, y se hallaban directamente implicados en la crisis secesionista. Para Lincoln, la cuestión verdaderamente trascendental fue la defensa, mantenimiento y viabilidad efectivas de los valores establecidos en la Constitución de 1787: el mantenimiento y la supervivencia de un sistema de gobierno como el norteamericano, fundado en los principios de protección de los derechos a la vida, la libertad y a la búsqueda de la felicidad por cada uno, garantizados para todos los ciudadanos, que había organizado los poderes de su República de modo que ofreciesen las mayores probabilidades de establecer la más estricta seguridad de los derechos de las personas, bajo el gobierno de la mayoría. 

Ese fue, quizá, el punto central del planteamiento de Lincoln en su intransigente defensa de la unidad de la República durante sus mandatos. Las cuestiones de la esclavitud y la Unión se habían entremezclado y enconado hasta tal punto, que la amenaza de secesión de los estados esclavistas había terminado por recaer, también, sobre el propio sistema de gobierno establecido por la Constitución de 1787. 

En 1861 Lincoln acometió una tarea mucho más grande y difícil, si cabe, que la asumida por los fundadores de la República en 1776 y en 1787. Cierto que Lincoln partía de una Unión ya fundada. Pero la vieja Unión anterior a 1860 estaba constituida sobre la base de una federación de Estados, algunos de los cuales habían sido inicialmente soberanos. Y ni siempre, ni todos ellos, estuvieron dispuestos a renunciar definitivamente a los poderes soberanos que habían llegado a disfrutar al comienzo de la independencia.

En 1860 esta Unión estaba a punto de disolverse. Lincoln asumió la tarea de sostener esa Unión, reconstruyendo el edificio de la República sobre la base de la soberanía nacional del pueblo de toda la Unión.

5 comentarios:

  1. hola el tema esta bien resumindo y exactamente lo que etoy buscando

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  2. gracias por traer este resumen tan importante me salvaron la vida gracias..................

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  3. gracias son las 12 de la noche y no habia hecho esta tarea porque no encontrba nada

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  4. está bien pero no hablas de un factor muy trascendental que eran las diferencias economicas entre el sur que quería en librecambismo para vender sus productos y el norte que pretendia el proteccionismo para poder defender a la infancia de la industria americana.

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  5. Pues en mi caso tengo otra versión de los hechos, creo que la esclavitud fue la excusa internacional a un tema más profundo e importante, pasar de una Confederación, que ya hizo su labor, a un sistema no federado, sino unionista, en que hoy el GF hace y deshace a su antojo financiado por quienes todos sabemos. Un saludo y quisiera enlazarle en una entrada que estoy haciendo sobre el espionaje americano.

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