Después de la caída del Huáscar en Punta Angamos, los chilenos, orgullosos de su presa, la refaccionaron por completo y lanzaron el monitor a los mares del Perú con la bandera de la estrella solitaria.
Un día, ya en 1880, se presentaron ante la plaza de Arica y notificaron bloqueo, el Huáscar y la Magallanes. Moore, que se hallaba en calidad de preso, en tanto que se reunía el consejo de guerra que habría de juzgarle por la perdida de la Independencia, no pudo ver con ojos serenos el barco de su antiguo camarada, ostentando la enseña de la nación que tanto daño estaba haciendo al Perú.
El Huáscar rompió sus fuegos contra el tren que salía en ese instante para Tacna. De las tres bombas que disparó el monitor, una de ella pasó a corta distancia de la maquina. El tren retrocedió entonces para ponerse a salvo en los accidentes del terreno, ya que de haber seguido su camino hubiera sido despedazado por las bombas chilenas.
Entonces Moore envió al alférez Othiura a rogar al contralmirante Montero que le concediera una corta audiencia. Accedida a ésta, se presentó ante él exaltado y trémulo por la ira.
-Creo, mi general -dijo-, que el Maco Cápac debe salir a batir al Huáscar.
Montero sonrió.
-El Manco Cápac -contestó-, según me ha dicho Lagomarcino, no levanta catorce libras de vapor.
-!Oh! Si yo estuviera libre... -murmuró Moore.
-¿Qué haría usted comandante?
-Ofrecerme a tentar la aventura. Es una vergüenza que en presencia nuestra impidan la salida del tren.
A Montero le gustan los caracteres resueltos, entonces exclamó:
-!Espere Ud.!
Y ordenó que se llamara a Lagomarcino, entre tanto el Huáscar y la Magallanes continuaban con el bombardeo que era contestado por las baterías del Morro. Se puso a corriente a Lagomarcino del plan de Moore. Aquel se encogió de hombros, aunque era valiente y experimentado no quiso aceptar la responsabilidad.
-El buque no avanza una milla por hora -dijo, y podrá ser tomado por los barcos chilenos.
Montero seguía indeciso.
-¿Quiere Ud. cederme su puesto? -preguntó Moore con tal expresión de súplica, que Lagomarcino se sintió conmovido.
-Por mí, comandante -respondió-, no hay inconveniente, si el general acepta; pero me parece una locura.
-!Oh! -exclamó Moore con calurosa entonación- yo respondo del éxito, no se figuren ustedes que busque mi rehabilitación. Desde que la Independencia se hundió en el mar, sé que esta plaza es y será mi tumba; pero déjenme ustedes probar a esos hombres que la raza de Grau no se ha extinguido en el Perú.
Ante tanta franqueza, se convenció Montero y cedió.
-¿Cree Ud. que será posible? -dijo.
-Respondo del éxito, repito.
-Pero ya ha oído Ud. cuales son las condiciones del monitor.
-Muchas veces un caballo fatigado y viejo vale más que un potro al que se le pone la silla por primera vez.
-Vaya Ud. pues... y ojalá salga Ud. airoso de la empresa.
Moore no se hizo repetir la orden. Diez minutos después estaba a bordo, entró a la máquina, habló en inglés con el maquinista, examinó los calderos y ordeno levantar vapor.
A los pocos momentos la pesada maquina hendía las aguas y.. !oh maravilla!... llevaba un andar de siete millas por hora. Moore, con las cejas fruncidas, ordenaba maniobra con serenidad imperturbable. Cuando se oyó hasta la voz de los chilenos, pues el Huáscar se hallaba sólo a unos ochocientos metros de distancia, el comandante ordeno virar en redondo y disparar la pieza a estribor. La bala perfectamente dirigida rompió las jarcia de la Magallanes. Un segundo cañonazo desmontó un cañón de la corbeta chilena, mató diecinueve hombres, hirió de muerte al comandante Thompson y tumbó al barco de costado.
El Huáscar, por su parte, había recibido innumerables tiros de rifle y ametralladora. El valiente Othiura manejaba lo que había en la cofa del Manco. Dos balas de cañón dieron también en el blanco y se vió al monitor retirarse lentamente del radio de los fuegos.
Al cargar nuevamente el cañón de 150 para disparar un segundo tiro sobre la Magallanes, rompióse el atacador dentro de la pieza y no se pudo continuar la lucha, porque no se encontró a bordo reemplazo de esa pieza.
Moore no podía comprender cómo el primer proyectil, que tan terribles estragos produjo en la corbeta chilena, no había penetrado hasta el polvorín e incendiado la Santa Bárbara. Más tarde se descubrió que las bombas que había a bordo estaban cargadas !con arena! y se comprobó que se habían entregado al Manco Cápac, en vez de las bombas de combate, las que servían para tirar al blanco.
Los tiros hechos por el barco peruano fueron tan certeros que al cabo de una hora de cañoneo los buques chilenos tuvieron que retirarse pasando por debajo del Morro para evitar el fuego de los cañones de las baterías de tierra.
El tren pudo salir por fin sin peligro y el Manco Cápac volvió majestuosamente al fondeadero donde Montero y Lagomarcino abrazaron efusivamente a Moore.
Este, que durante el combate había demostrado una admirable sangre fría y una seguridad pasmosa al dar las órdenes, se encontraba nuevamente abstraído por sus pensamientos y como abatido. Recordaba quizá a su gallarda Independencia y se desesperaba al pensar lo que hubiera podido hacer con ella, si con un buque viejo y pesado había conseguido un éxito tan completo.
El combate costó a Chile la pérdida del comandante Thompson, treinta hombres y serias averías en el Huáscar y la Magallanes. El bloque quedó de hecho suspendido, y el único día en que el Huáscar chileno se arriesgo en un bombardeo, bajo su nueva bandera, se comprobó que era un cuerpo sin alma, que faltaba en sus entrañas el soplo vital del valor de Grau y del amor a la patria y a la justicia, al derecho y a la humanidad.
El Huáscar y la Magallanes llegaron con dificultad a Valparaiso donde tuvieron que entrar a dique.
Horas después, durante una cena con Montero y Moore, el comandante Lagomarcino murmuró:
-Todo lo comprendo, lo que me es imposible entender es cómo ha podido andar el Manco con tal rapidez.
-Hablé en inglés con el maquinista -explicó Moore-, y le manifesté que conocía las condiciones del barco, y que tenía la seguridad de que podría andar ocho millas; él se manifestó dudoso y entonces yo le dije estas textuales palabras: "Si avanzamos como deseo, ofrezco a usted quinientos soles de gratificación; pero si por causa de la lentitud en el andar nos sucede un fracaso, le prometo pegarle un tiro con mi propia mano: Ud. escogerá". El digno empleado se sonrió y me contestó: "Vaya Ud. tranquilo, comandante: quedará Ud. satisfecho. El barco andará ocho millas o volará". Y ya ustedes han visto que cumplió su palabra.
-Y es preciso que Ud. cumpla la suya, compañero -dijo Montero-. Envié Ud. mañana temprano por los quinientos soles.
-Gracias general, acepto -exclamó Moore-, pues como Ud. comprenderá no me encuentro sobrado de dinero... Más tarde... yo..
-!Eso no vale la pena!
-Para Ud. quizá; pero para mí sí vale la pena. Yo reembolsaré esa cantidad, porque juro a Dios que si por culpa del maquinista no hubiéramos podido acariciar al Huáscar y a la Magallanes, le habría arrancado la vida sin vacilar.
Al toque de la retreta se separaron los tres jefes. Montero y Lagomarcino para ir a cumplir sus deberes. Moore para vagar por la playa, interrogando al cielo oscuro y a la mar melancólica y quejumbrosa, sobre el término de su agonía y de los infortunios de su patria.
Texto basado íntegramente en el relato El Huáscar chileno, "Nuestros Héroes", tomo II, pág 233-239, Víctor Mantilla, Ernesto Rivas, Nicolás González, OIEE 1979, Lima-Perú.
Un día, ya en 1880, se presentaron ante la plaza de Arica y notificaron bloqueo, el Huáscar y la Magallanes. Moore, que se hallaba en calidad de preso, en tanto que se reunía el consejo de guerra que habría de juzgarle por la perdida de la Independencia, no pudo ver con ojos serenos el barco de su antiguo camarada, ostentando la enseña de la nación que tanto daño estaba haciendo al Perú.
El Huáscar rompió sus fuegos contra el tren que salía en ese instante para Tacna. De las tres bombas que disparó el monitor, una de ella pasó a corta distancia de la maquina. El tren retrocedió entonces para ponerse a salvo en los accidentes del terreno, ya que de haber seguido su camino hubiera sido despedazado por las bombas chilenas.
Entonces Moore envió al alférez Othiura a rogar al contralmirante Montero que le concediera una corta audiencia. Accedida a ésta, se presentó ante él exaltado y trémulo por la ira.
-Creo, mi general -dijo-, que el Maco Cápac debe salir a batir al Huáscar.
Montero sonrió.
-El Manco Cápac -contestó-, según me ha dicho Lagomarcino, no levanta catorce libras de vapor.
-!Oh! Si yo estuviera libre... -murmuró Moore.
-¿Qué haría usted comandante?
-Ofrecerme a tentar la aventura. Es una vergüenza que en presencia nuestra impidan la salida del tren.
A Montero le gustan los caracteres resueltos, entonces exclamó:
-!Espere Ud.!
Y ordenó que se llamara a Lagomarcino, entre tanto el Huáscar y la Magallanes continuaban con el bombardeo que era contestado por las baterías del Morro. Se puso a corriente a Lagomarcino del plan de Moore. Aquel se encogió de hombros, aunque era valiente y experimentado no quiso aceptar la responsabilidad.
-El buque no avanza una milla por hora -dijo, y podrá ser tomado por los barcos chilenos.
Montero seguía indeciso.
-¿Quiere Ud. cederme su puesto? -preguntó Moore con tal expresión de súplica, que Lagomarcino se sintió conmovido.
-Por mí, comandante -respondió-, no hay inconveniente, si el general acepta; pero me parece una locura.
-!Oh! -exclamó Moore con calurosa entonación- yo respondo del éxito, no se figuren ustedes que busque mi rehabilitación. Desde que la Independencia se hundió en el mar, sé que esta plaza es y será mi tumba; pero déjenme ustedes probar a esos hombres que la raza de Grau no se ha extinguido en el Perú.
Ante tanta franqueza, se convenció Montero y cedió.
-¿Cree Ud. que será posible? -dijo.
-Respondo del éxito, repito.
-Pero ya ha oído Ud. cuales son las condiciones del monitor.
-Muchas veces un caballo fatigado y viejo vale más que un potro al que se le pone la silla por primera vez.
-Vaya Ud. pues... y ojalá salga Ud. airoso de la empresa.
Moore no se hizo repetir la orden. Diez minutos después estaba a bordo, entró a la máquina, habló en inglés con el maquinista, examinó los calderos y ordeno levantar vapor.
A los pocos momentos la pesada maquina hendía las aguas y.. !oh maravilla!... llevaba un andar de siete millas por hora. Moore, con las cejas fruncidas, ordenaba maniobra con serenidad imperturbable. Cuando se oyó hasta la voz de los chilenos, pues el Huáscar se hallaba sólo a unos ochocientos metros de distancia, el comandante ordeno virar en redondo y disparar la pieza a estribor. La bala perfectamente dirigida rompió las jarcia de la Magallanes. Un segundo cañonazo desmontó un cañón de la corbeta chilena, mató diecinueve hombres, hirió de muerte al comandante Thompson y tumbó al barco de costado.
El Huáscar, por su parte, había recibido innumerables tiros de rifle y ametralladora. El valiente Othiura manejaba lo que había en la cofa del Manco. Dos balas de cañón dieron también en el blanco y se vió al monitor retirarse lentamente del radio de los fuegos.
Al cargar nuevamente el cañón de 150 para disparar un segundo tiro sobre la Magallanes, rompióse el atacador dentro de la pieza y no se pudo continuar la lucha, porque no se encontró a bordo reemplazo de esa pieza.
Moore no podía comprender cómo el primer proyectil, que tan terribles estragos produjo en la corbeta chilena, no había penetrado hasta el polvorín e incendiado la Santa Bárbara. Más tarde se descubrió que las bombas que había a bordo estaban cargadas !con arena! y se comprobó que se habían entregado al Manco Cápac, en vez de las bombas de combate, las que servían para tirar al blanco.
Los tiros hechos por el barco peruano fueron tan certeros que al cabo de una hora de cañoneo los buques chilenos tuvieron que retirarse pasando por debajo del Morro para evitar el fuego de los cañones de las baterías de tierra.
El tren pudo salir por fin sin peligro y el Manco Cápac volvió majestuosamente al fondeadero donde Montero y Lagomarcino abrazaron efusivamente a Moore.
Este, que durante el combate había demostrado una admirable sangre fría y una seguridad pasmosa al dar las órdenes, se encontraba nuevamente abstraído por sus pensamientos y como abatido. Recordaba quizá a su gallarda Independencia y se desesperaba al pensar lo que hubiera podido hacer con ella, si con un buque viejo y pesado había conseguido un éxito tan completo.
El combate costó a Chile la pérdida del comandante Thompson, treinta hombres y serias averías en el Huáscar y la Magallanes. El bloque quedó de hecho suspendido, y el único día en que el Huáscar chileno se arriesgo en un bombardeo, bajo su nueva bandera, se comprobó que era un cuerpo sin alma, que faltaba en sus entrañas el soplo vital del valor de Grau y del amor a la patria y a la justicia, al derecho y a la humanidad.
El Huáscar y la Magallanes llegaron con dificultad a Valparaiso donde tuvieron que entrar a dique.
Horas después, durante una cena con Montero y Moore, el comandante Lagomarcino murmuró:
-Todo lo comprendo, lo que me es imposible entender es cómo ha podido andar el Manco con tal rapidez.
-Hablé en inglés con el maquinista -explicó Moore-, y le manifesté que conocía las condiciones del barco, y que tenía la seguridad de que podría andar ocho millas; él se manifestó dudoso y entonces yo le dije estas textuales palabras: "Si avanzamos como deseo, ofrezco a usted quinientos soles de gratificación; pero si por causa de la lentitud en el andar nos sucede un fracaso, le prometo pegarle un tiro con mi propia mano: Ud. escogerá". El digno empleado se sonrió y me contestó: "Vaya Ud. tranquilo, comandante: quedará Ud. satisfecho. El barco andará ocho millas o volará". Y ya ustedes han visto que cumplió su palabra.
-Y es preciso que Ud. cumpla la suya, compañero -dijo Montero-. Envié Ud. mañana temprano por los quinientos soles.
-Gracias general, acepto -exclamó Moore-, pues como Ud. comprenderá no me encuentro sobrado de dinero... Más tarde... yo..
-!Eso no vale la pena!
-Para Ud. quizá; pero para mí sí vale la pena. Yo reembolsaré esa cantidad, porque juro a Dios que si por culpa del maquinista no hubiéramos podido acariciar al Huáscar y a la Magallanes, le habría arrancado la vida sin vacilar.
Al toque de la retreta se separaron los tres jefes. Montero y Lagomarcino para ir a cumplir sus deberes. Moore para vagar por la playa, interrogando al cielo oscuro y a la mar melancólica y quejumbrosa, sobre el término de su agonía y de los infortunios de su patria.
Texto basado íntegramente en el relato El Huáscar chileno, "Nuestros Héroes", tomo II, pág 233-239, Víctor Mantilla, Ernesto Rivas, Nicolás González, OIEE 1979, Lima-Perú.
1.VER CHOLITOS TODOS__ AQUÍ PUEDEN VER NUESTRO HUASCAR ESPECTACULAR, VIVITO Y FLOTANDO EN CHILE.-
ResponderEliminarFavor vean esta pagina, http://www.huascar.cl/Galeria.html
Y RESPONDAN CON EL CORAZON que hubiera pasado de estar el Huascar en poder de Perucholandia y sus CHOLLANTAS; FUCHIMORI; CHOLEDOS; DONNADYES; GARCIcholo,,en manos de los borrachos y simios peruANOs? RE-Facil… lo hubieran destruido como destruyen todo, y en manos de ladrones corruptos, Claramente estaría desmantelado, como todo lo que han tenido….
Menos mal que esta en CHILE, muy bien cuidado, TODOS lo pueden VISITAR cuando quieran , como en TODO país Civilizado.
Saludos y Arriba PERU y CHILE UNIDOS, En un solo PAIS llamado CHILE.-
PD1: Donayre demuestra la tremenda “Inteligencia Militar” intrínseca del peruano.
Comandante en jefe de Peru!!! JUA JUA JUA JUA.....JUA JUA JUA JUA.
PD2: Compren ropa en Falabella o Ripley, un remedio para la cabeza en FASA, tomen un Lan y vengan a HONRAR A PRAT en el Huascar. O no sabían que es tan chileno como el pisco sour, la papa, el suspiro limeño, y el perro de tres pelos…Jua Jua Jua, el perro se los regalamos, por su aspecto le hace juego a sus militares….
Y miren que cosa mas bella, Esta foto me conmueve, ya que tiene LA BADERA AMS LINDA DEL MUNDO
http://www.huascar.cl/galerias/pages/R.H.Huascar.%20007.htm
Que cosa mas hermosa!!!!
Vean los “Fierritos” que aparecen de fondo en la foto? y preguntense si Serán acaso nuestros Comandantes en Jefe como ese Peruano Beodo, ladron y payaso, Grl. DonNadye.-
El que enseño al fin a correr a los soldados peruanos…. ya que antes solo corrian y se meaban cuando veian chilenos!!!! .
Te copio JUA JUA JUA, que verguenza….
Chileno Iluso que no ve la realidad de la vida, y el pasado perturbador de tu pueblo, cuanto tu raza mapocha, ignorantes ROTOS que solo buscaban los tesoros peruano quisieran tener "HEROES" de verdad, y no pleve que solo buscaba la bagancia de la mejor vida en el PERU.
ResponderEliminarAgradece que de MI tierra mamas ahora tus riquesas y que tu suelo todavia brota raises Peruanas, y te sigo diciedno CUAnto quisieras tener "HEROES".
Nuestra confianza historica hizo que no nos preparemos ante una situacion de quebranto el cual tu gobierno de ese entonces con ese Presidente sin desicion vio mejor obcion de preparar una guerra, sabiendo que TU economia PAUPERRIMA no daba mas!!!.
DIme que paso despues que te fuite de mi pais a tu Tierra, acaso tan ignorante fue tu pueblo que solo se dedico a la gabansa y a la delincuencia, acaso no fueron los rotos, y mapochos kienes acumulaban "MIERDAS" para poder vivir, me rio de tu pueblo que fue ignorante que habiendo ganado desmerecidamente y tormentosamente no supo hacer nada. Me rio de eso "ROTO".
QUe bien sabes de mi Politica Interna, acaso te interesa??? sabes que mi pueblo tiene mas cultura que el tuyo y por ello me mirar y aprendes y conoces y estudias, en cambio nosotros tenemos cosas mejores que hacer que ver y aprender de tus gobiernos.
Como te duele las palabras susedoneas de un soldado, jajaja, sufre "ROTO"
EStudia tu historia y date cuenta de lo que dices, lee y aprende de tu pasado que s repite
CHOLO SOLO MIRA A TU ALREDEDOR.... PAIS DE PERDEDORES..., MIRA A TU PRESIDENTE, MIRA A TUS AMIGOS,,,, MIRA TU CALLE,,, NADA....
ResponderEliminarPERU ES UN PAIS DE SIMIOS....Y SIEMPRE SERA UN PAIS DE SIMIOS.
Que tristes Uds. chilenos, no hacen mas que mirar en los blogs para escribir sonseras; sepanlo que nos ganaron por traicion y mayoria, ya que al parecer de igual a igual son tan ineptos como ignorantes. acaso no es verdad que Uds. son un satelite de Inglaterra; lean historia y aprenderan; hasta en la guerra de Las Malvinas se portaron como cobardes !!!
ResponderEliminarEstimados amigos peruanos:
ResponderEliminarMe siento tremendamente avergonzado al leer tanta basura del más abyecto chauvinismo de mis compatriotas chilenos quienes, aún dueños del más desvastador vacío conceptual, tienen el desparpajo de comentar sobre temas que, evidentemente, no dominan en absoluto.
Creo apropiado manifestar que sus bravatas no son sino un aspecto innato del carácter del chileno medio: INSEGURIDAD. Tan inseguro es el chileno sobre su identidad y aspecto físico, tan solo por citar un ejemplo, que llena páginas y páginas de catálogos de grandes tiendas o spots publicitarios en la TV con modelos de aspecto evidentemente nórdico o sajón...que apenas constituyen una fracción ínfima de la población chilena y con apellidos que delatan a las claras sus orígenes no latinos. Es más, la modestísima e intelectualmente pobre TV chilena está llena de modelos argentinas cuyos genes verdaderamente europeos son el ideal del chileno medio quien jamás aceptaría a modelos morenas,de ojos negros, bajas ni de piernas cortas en las pantallas. Esto sería un desprestigio para una nación que se cree "los ingleses de América"...cuya única semejanza con un súbdito británico es su gusto por consumir té, (generalmente de baja calidad, en nuestro caso.)¡Y nos atrevemos a calificar de simios a nuestros vecinos!
Acostumbramos a hacer ostentación de la relativa opulencia de la economía chilena. Quienes lo hacen, parecen olvidar que tal desarrollo económico solo fué posible usando las herramientas muy poco éticas creadas por la dictadura de Augusto Ramón Pinochet Ugarte, sí, el mismo personaje que puso de rodillas a Chile mientras muchos jerarcas políticos escaparon a sus dorados exilios mientras el pueblo ponía el pecho a las bayonetas. Quienes se vanaglorian del "progreso" económico chileno -que no espiritual- olvidan que no es sino la continuidad de una política económica que también han hecho propia desvergonzadamente la fronda política que alguna vez la demonizó y que hoy han limpiado sus pecados al autodenominarse de "renovados". Quienes hacen ostentación de la prosperidad de nuestro país no deberían olvidar que fué una de las peores dictaduras latinoamericanas la que instauró el modelo económico que nos llevó al relativo éxito de hoy...dictadura que ningún vecino tuvo ni permitió jamás. Quienes se refieren a nuestros vecinos del Perú como "simios", parece que jamás han puesto un pie en una de sus limpísimas ciudades, en donde la norma es un irrestricto respeto por su historia, sus monumentos y sus ciudades. Esto, sin mencionar la proverbial belleza y cultura de la mujer peruana. No nos cabe la menor duda de que los pitecoides son quienes ensucian horriblemente las paredes de nuestras ciudades con grafitti sin respetar edificios públicos, monumentos históricos e iglesias...pese a que nos consideramos Católicos, Apostólicos y Romanos (?)
No olvidemos que no eran precisamente peruanos los "simios" que ensuciaron con pintura spray uno de los monumentos de la gran Cultura Inca, hecho que recibió el repudio de tantos europeos quienes nos vieron como los súbditos de la república bananera y tercermundista que somos. Me refiero al tristemente célebre dúo de ciudadanos CHILENOS Tamburrini-Cadima, uno de los cuales fué sorprendido traficando drogas ilícitas, lo que nos muestra su baja ralea. ¿Quienes son los simios? ¿Quienes son los pitecoides?
Muchos de los más anacrónicos chauvinistas de nuestra amada patria, se han quedado pegados en la campaña de la guerra del '79, cuando las tropas chilenas ocuparon Lima. Francamente que tengo mis serias dudas respecto de si alguna vez se volverá a repetir hechos como los llevados a cabo por los famosos Cazadores del Desierto, los recios mineros de la provincia de Atacama. Hoy por hoy nuestra juventud -sí, aquella que mensoprecia a nuestros vecinos- cuan desvergonzados cerdos están revolcándose en el lodo del alcoholismo, las drogas y el consumismo desenfrenado. Esto, sin considerar la más absoluta falta de disciplina, requisito indispensable para acometer cualquier aventura bélica. De muestra baste solo un botón: una estudiante atacó, tiempo atrás, a una Ministra de Estado lanzándole un vaso de agua, algo impensable en la juventud peruana. ¿Quienes son los simios? Súmese a esto, el empeño que hace el gobierno de cortar la base presupuestaria que mantiene operativa nuestras Fuerzas Armadas al eliminar los gastos reservados provenientes de las ventas del cobre chileno de CODELCO. Así las cosas, no llegaríamos ni siquiera a Tacna...para volver despavoridos al ver al formidable Batallón Chavín de Huantar de los comandos de fuerzas especiales...considerados como los más aguerridos de lationoamérica.
Sí estoy totalmente de acuerdo en que el gobierno de la Concertación es un verdadero CUMPLEAÑOS DE MONOS", mientras cada dia la Contraloría descubre nuevos desfalcos y pillerías de los "señores" políticos que gobiernan los destinos de la nación.
No quisiera terminar sin antes decirles a mis compatriotas cuyos comentarios "adornan" esta página:
DEBEMOS APRENDER A VIVIR COMO HERMANOS...O TERMINAREMOS POR PERECER COMO IMBÉCILES.
Atentamente:
Jorge D. Molina
nikon@123mail.cl
hola soy chileno y amo a mi pais pero la verdad que muchas actitudes de mi pais me averguenzan con el acto de apoyar a los ingleses en malvinas o el ataque y a peru qque nos llevo a una guerra estupida con un pais hermano, guerra que siendo razonables y objetivos la perdimos ya que terminamos perdiendo mas territorio (que aprobecho argentina) del que le quitamos al peru.
ResponderEliminarsin mas Hernan
El Huascar es un barco que a servido mas tiempo a la Marina Chilena que en cuaquier otra parte, afortunadamente esta regio en Chile.
ResponderEliminarSaludos,
oigan chilenitos ustedes son unos pobrecitos que por nbo tener nada nos han quitado nuestro territorio porque porque son unos pobres es igual que u nn ratero roba ¿porque? pues porque no lo tiene. ademas saben que vayanse a la m.-..... ustedes son unos pobres malditos de pura puta son un carajo que no se que mas y el huascar es del peru y de ninguno mas alguno
ResponderEliminary el HUASCAR ES PERUANO paa su informacion y nosotroas tenemos mas diversidqad que ustedes MIERDA. CON ODIO Y RENCOR Y QUE SE VAYAN A LA MIERDA DE LOS PERUANOS QUE YO CON ORGULLO AMO A MI PATRIA PERUANITA PERUANITA DE CORAZON ODIO EL NOMBRE CHILE...
UNA PERUANA Y DE NADIE MAS
jajaj despues de reirme un rato con las peleas de estos seudo chilenos y seudo peruanos, debo decir que la razon de postiar es por lo que lei la historia del huascar y no tenia idea de lo ke paso despues de estar en manos chilenas, mmm mas que peliar o poner pesadeces debo adrmirar al comandante peruano que quiso limpiar su honor peliando con un barco que ya apenas servia y dispuesto a todo le fue bien, y se retiraron los barcos chilenos. heroica accion. ya existe poca gente en estos tiempos como ese comandante, grau o Prat..
ResponderEliminarelevar falsos nacionalismos al recordar esa tragica guerra fraticida,es degradante,soy chileno y los combatientes y pueblo peruano merecen todo respeto y admiracion,ya que como lo demostraron en pisagua,tacna,arica,chorrillos,miraflores y toda la breña,combatieron con un valor excepcional,y menoscabar eso demuestra una miseria moral y mental.y por los comentarios de felipe pinochet es de esperar pues su asqueroso apellido lo dice todo
ResponderEliminar