Un dia como hoy, en el marco de la Guerra del Pacifico se efectuo el primer enfrentamiento formal entre los ejercitos aliados de Perú y Bolivia contra el ejercito invasor de Chile.
Desembaracado en Pisagua, punto intermedio entre Iquique y Arica, el ejercito chileno se proponía dos cosas: 1° Cortar toda comunicación entre los dos ejércitos de la alianza acampados en aquellas localidades; aisarlos el uno del otro y colocarlos de este modo en la imposibilidad de obrar de acuerdo o de socorrerse mutuamente; 2° Marchar sobre Iquique por tierra, a través del desierto y apoderarse de esta ciudad que era el centro principal del comercio salitrero del codiciado desierto de Tarapaca. Para poder conseguir su doble intento era necesario en primer lugar internarse con rapidez en el desierto hasta Dolores, localidad estrategica puesta sobre el camino que quería cortar al enemigo, el de Arica a Iquique, y que él mismo tenía que seguir àra ir a Iquique. Para esto uso el ferrocarril al que tuvo acceso desde Pisagua y sobre el cual rapidamente pudo apoderarse de Dolores y plantar allí sus tiendas, sin que nadie los molestase, y sin disparara un tiro, como en su casa.
Entretanto el ejercito peruano-boliviano que se había concentrardo en Iquique tras la toma de Pisagua, se encontró desde el primer momento en una situación muy comprometedora. Bloqueado por mar por la escuadra chilena, encerrado en medio de un desierto que carece de todo recurso, cortado por el enemigo el único camino, el de Arica, por el cual podía recibir socorros, abandonando sin provisiones de reserva por la incuria del Gobierno y de los directores de guerra, el ejercito aliado que se había reunido a toda prisa en Iquique, carecia casi de todo, y principalmente de viveres: los pocos sobre los cuales podia contar con alguna seguridad, bastaban escasamente para 15 o 20 dias a lo más. Solo le quedaba un solo camino que seguir: el de marchar contra el enemigo, sea para echarlo del pais obligandolo a reembarcarse, sea en último caso para forzar el paso sobre él, e ir a buscar a Arica los medios necesarios para su subsistencia, despues de haberse puesto de acuerdo con el General Prado para combinar un ataque contra el ejercito invasor, aún cuando existia rivalidad e indisciplina entre los oficiales y los jefes.
El plan consitia en que el ejercito chileno fuese atacado simultaneamente, cogiendolo en el medio, por el ejercito de Iquique y por el cuerpo de 3 mil bolivianos que estaba en Tacna a las ordenes del presidente de Bolivia, General Hilarión Daza. Así establecido, Daza partio el 8 de noviembre hacia Arica,de donde partió rumbo a la batalla, pero habiendo llegado el 14 al valle de Camarones, en lugar de continuar su marcha hacia el enemigo se enfrascó en idas y venidas de indecisión tristisima que terminarian con su regreso a Tacna. Temido por los chilenos, junto a su famoso batallón de los Colorados, su desercion no fue tomada como un acto de cobardía sino más bien como uno de traición, algo de lo cual nunca pudo resarcirse.
Mientras tanto el plan chileno consistia en esperar al ejercito aliado en la llanura de Santa Catalina, lo cual hubiera sido muy errado por no ofrecer ninguna ventaja de resistencia y llegando diseminado desde Dolores, entonces el enemigo lo hubiera encontrado en marcha, por fracciones, en una extension de varios kilometros. Lamentablemente este plan fue corregido al haber encontrado fortuitamente a dos mulateros de la alianza, los cuales les hicieron comprender lo errado de presentar batalla en Santa Catalina, el ejercito de los aliados, fuerte de 8500 hombre, podia llegar de un momento a otro a Santa Catalina, y despues de haber derrotado a la división de 2 mil hombres que se encontraba alli hubiera hecho lo mismo con todas las demas, a medida que fueran llegando, debido a esto decidieron a ultimo momento cambiar el plan de batalla y quedarse a la defensiva en el cerro de San Fransisco (que dominaba las alturas de Dolores) reagruparse y esperar el ataque de los aliados.
Fue sobre este cerro, una verdadera fortaleza militar natural, que los chilenos se atrincheraron a última hora, y fue contra semejante fortaleza que vino a estrellarse el ejercito aliado, completamente desmoralizado y falto de unidad no solo por el sueño, el hambre y la sed, sino tambien por la noticia de una nueva, ¿cual sería? pues era la de la fuga de Daza desde Camarones, no obstante se decidio posponer la batalla para el dia 20, debido al cansancio de la tropa. Ahora bien si el ejercito aliado habia decidido no presentar batalla hasta el dia 20, asi como el chileno por su parte habia resuelto no tomar la ofensiva hasta que no le llegaran los refuerzos pedidos, ¿como y de que manera sucedio que principiará el fuego tan inesperadamente las últimas horas del 19?. Según unos fue un plan de los bolivianos hostiles a Daza, para comprometer batalla y asi tener pretexto para desagregarse y regresar dispersos a Bolivia con la noticia de la huida de su General y recoger su legado. Sin embargo los hechos fueron que dos compañias ligeras de vanguardia (dos peruanas y dos bolivianas) escalaron el cerro fortificado junto a otras tres divisiones. Tres veces ganaron las alturas, bajo el mando de Ladislao Espinar, desalojaron a los artilleros apoderandose de los cañones bajo el fuego de las ametralladoras y de una infanteria muy superior. Pero las fuerzas del ejercito aliado de Bolivia en completa dispersion, sin orden, rompieron un fuego mortifero para los aliados e inutil para el enemigo. Sin esperanza de recibir refuerzo alguno del resto del ejercito que permanecía de espectador del combate y bajo el fuego incesante a los que los sometia el ejercito boliviano, las divisiones peruanas comprometidas con la lucha fueron rapidamente diezmadas y aniquiladas.
Empeñada la batalla en un extremo de la linea de los aliados, por una sola division, mientras se habia decidido entrar en accion al dia siguiente, y en consecuencia sin plan, la division que inició la lucha rompiendo el fuego, fuerte de 1400 hombres, fue la única que entro en acción. Se da el caso de que la tercera parte del ejercito ataca, una otra tercera parte se mantiene estatica y la otra tercera parte se retira.
Por consiguiente, la batalla de San Fransisco no fué, como hecho de armas, mas que una simple escaramuza, una simple tentativa aisalada de una sola division del ejército peruano-boliviano contra el de Chile; el cual no hizo mas que defender con su artilleria sus casi inexpugnables posiciones, de tal manera que cuando terminó el breve e insignificante combate, creyó que aquel no había sido mas que un reconocimiento preliminar efecutado por el enemigo. Solamente comprendieron al dia siguiente, por la completa ausencia del enemigo,, que habían quedado dueños absolutos del campo de batalla, asi mismo como fué solamente por algunos heridos peruanos encontrados en las cercanías de San Fransisco, el mismo dia 20, que supieron de la deserción en masa de las divisiones bolivianas y de que el ejercito peruano se retiraba en completo desorden hacia Tarapacá; siendo así que pudieron gozar inesperadamente de las ventajas de una gran victoria, sin haber hecho nada por obtenerla, y gracias unicamente a la incalificable conducta de aquellos mismos que tenian el deber de disputarsela.
A pesar de esto, el ejercito chileno, sabedor que a poca distancia se encontraba, no un ejercito, sino tres o cuatro mil soldados en desbandada, sin viveres, sin agua y abatidos, no dio un solo paso en su persecucion y los dejo retirasrse a Tarapacá y reconstituirse. Sin embargo, una consecuencia habría de darse, tras la retirada del ejercito peruano y su posterior desorganizacion, la ciudad de Iquique quedó sin guarnición y fue la tripulacion del blindado Cochrane, que a la sazón bloqueaba el puerto, la que la ocupó, tomando posesión de ella.
Quedaba en manos de la recien llegada reserva chilena, aprox. 4000 hombres, la persecución de los remanentes peruanos que se retiraban a Tarapacá, ahí habria de presentarse otra batalla.
Desembaracado en Pisagua, punto intermedio entre Iquique y Arica, el ejercito chileno se proponía dos cosas: 1° Cortar toda comunicación entre los dos ejércitos de la alianza acampados en aquellas localidades; aisarlos el uno del otro y colocarlos de este modo en la imposibilidad de obrar de acuerdo o de socorrerse mutuamente; 2° Marchar sobre Iquique por tierra, a través del desierto y apoderarse de esta ciudad que era el centro principal del comercio salitrero del codiciado desierto de Tarapaca. Para poder conseguir su doble intento era necesario en primer lugar internarse con rapidez en el desierto hasta Dolores, localidad estrategica puesta sobre el camino que quería cortar al enemigo, el de Arica a Iquique, y que él mismo tenía que seguir àra ir a Iquique. Para esto uso el ferrocarril al que tuvo acceso desde Pisagua y sobre el cual rapidamente pudo apoderarse de Dolores y plantar allí sus tiendas, sin que nadie los molestase, y sin disparara un tiro, como en su casa.
Entretanto el ejercito peruano-boliviano que se había concentrardo en Iquique tras la toma de Pisagua, se encontró desde el primer momento en una situación muy comprometedora. Bloqueado por mar por la escuadra chilena, encerrado en medio de un desierto que carece de todo recurso, cortado por el enemigo el único camino, el de Arica, por el cual podía recibir socorros, abandonando sin provisiones de reserva por la incuria del Gobierno y de los directores de guerra, el ejercito aliado que se había reunido a toda prisa en Iquique, carecia casi de todo, y principalmente de viveres: los pocos sobre los cuales podia contar con alguna seguridad, bastaban escasamente para 15 o 20 dias a lo más. Solo le quedaba un solo camino que seguir: el de marchar contra el enemigo, sea para echarlo del pais obligandolo a reembarcarse, sea en último caso para forzar el paso sobre él, e ir a buscar a Arica los medios necesarios para su subsistencia, despues de haberse puesto de acuerdo con el General Prado para combinar un ataque contra el ejercito invasor, aún cuando existia rivalidad e indisciplina entre los oficiales y los jefes.
El plan consitia en que el ejercito chileno fuese atacado simultaneamente, cogiendolo en el medio, por el ejercito de Iquique y por el cuerpo de 3 mil bolivianos que estaba en Tacna a las ordenes del presidente de Bolivia, General Hilarión Daza. Así establecido, Daza partio el 8 de noviembre hacia Arica,de donde partió rumbo a la batalla, pero habiendo llegado el 14 al valle de Camarones, en lugar de continuar su marcha hacia el enemigo se enfrascó en idas y venidas de indecisión tristisima que terminarian con su regreso a Tacna. Temido por los chilenos, junto a su famoso batallón de los Colorados, su desercion no fue tomada como un acto de cobardía sino más bien como uno de traición, algo de lo cual nunca pudo resarcirse.
Mientras tanto el plan chileno consistia en esperar al ejercito aliado en la llanura de Santa Catalina, lo cual hubiera sido muy errado por no ofrecer ninguna ventaja de resistencia y llegando diseminado desde Dolores, entonces el enemigo lo hubiera encontrado en marcha, por fracciones, en una extension de varios kilometros. Lamentablemente este plan fue corregido al haber encontrado fortuitamente a dos mulateros de la alianza, los cuales les hicieron comprender lo errado de presentar batalla en Santa Catalina, el ejercito de los aliados, fuerte de 8500 hombre, podia llegar de un momento a otro a Santa Catalina, y despues de haber derrotado a la división de 2 mil hombres que se encontraba alli hubiera hecho lo mismo con todas las demas, a medida que fueran llegando, debido a esto decidieron a ultimo momento cambiar el plan de batalla y quedarse a la defensiva en el cerro de San Fransisco (que dominaba las alturas de Dolores) reagruparse y esperar el ataque de los aliados.
Fue sobre este cerro, una verdadera fortaleza militar natural, que los chilenos se atrincheraron a última hora, y fue contra semejante fortaleza que vino a estrellarse el ejercito aliado, completamente desmoralizado y falto de unidad no solo por el sueño, el hambre y la sed, sino tambien por la noticia de una nueva, ¿cual sería? pues era la de la fuga de Daza desde Camarones, no obstante se decidio posponer la batalla para el dia 20, debido al cansancio de la tropa. Ahora bien si el ejercito aliado habia decidido no presentar batalla hasta el dia 20, asi como el chileno por su parte habia resuelto no tomar la ofensiva hasta que no le llegaran los refuerzos pedidos, ¿como y de que manera sucedio que principiará el fuego tan inesperadamente las últimas horas del 19?. Según unos fue un plan de los bolivianos hostiles a Daza, para comprometer batalla y asi tener pretexto para desagregarse y regresar dispersos a Bolivia con la noticia de la huida de su General y recoger su legado. Sin embargo los hechos fueron que dos compañias ligeras de vanguardia (dos peruanas y dos bolivianas) escalaron el cerro fortificado junto a otras tres divisiones. Tres veces ganaron las alturas, bajo el mando de Ladislao Espinar, desalojaron a los artilleros apoderandose de los cañones bajo el fuego de las ametralladoras y de una infanteria muy superior. Pero las fuerzas del ejercito aliado de Bolivia en completa dispersion, sin orden, rompieron un fuego mortifero para los aliados e inutil para el enemigo. Sin esperanza de recibir refuerzo alguno del resto del ejercito que permanecía de espectador del combate y bajo el fuego incesante a los que los sometia el ejercito boliviano, las divisiones peruanas comprometidas con la lucha fueron rapidamente diezmadas y aniquiladas.
Empeñada la batalla en un extremo de la linea de los aliados, por una sola division, mientras se habia decidido entrar en accion al dia siguiente, y en consecuencia sin plan, la division que inició la lucha rompiendo el fuego, fuerte de 1400 hombres, fue la única que entro en acción. Se da el caso de que la tercera parte del ejercito ataca, una otra tercera parte se mantiene estatica y la otra tercera parte se retira.
Por consiguiente, la batalla de San Fransisco no fué, como hecho de armas, mas que una simple escaramuza, una simple tentativa aisalada de una sola division del ejército peruano-boliviano contra el de Chile; el cual no hizo mas que defender con su artilleria sus casi inexpugnables posiciones, de tal manera que cuando terminó el breve e insignificante combate, creyó que aquel no había sido mas que un reconocimiento preliminar efecutado por el enemigo. Solamente comprendieron al dia siguiente, por la completa ausencia del enemigo,, que habían quedado dueños absolutos del campo de batalla, asi mismo como fué solamente por algunos heridos peruanos encontrados en las cercanías de San Fransisco, el mismo dia 20, que supieron de la deserción en masa de las divisiones bolivianas y de que el ejercito peruano se retiraba en completo desorden hacia Tarapacá; siendo así que pudieron gozar inesperadamente de las ventajas de una gran victoria, sin haber hecho nada por obtenerla, y gracias unicamente a la incalificable conducta de aquellos mismos que tenian el deber de disputarsela.
A pesar de esto, el ejercito chileno, sabedor que a poca distancia se encontraba, no un ejercito, sino tres o cuatro mil soldados en desbandada, sin viveres, sin agua y abatidos, no dio un solo paso en su persecucion y los dejo retirasrse a Tarapacá y reconstituirse. Sin embargo, una consecuencia habría de darse, tras la retirada del ejercito peruano y su posterior desorganizacion, la ciudad de Iquique quedó sin guarnición y fue la tripulacion del blindado Cochrane, que a la sazón bloqueaba el puerto, la que la ocupó, tomando posesión de ella.
Quedaba en manos de la recien llegada reserva chilena, aprox. 4000 hombres, la persecución de los remanentes peruanos que se retiraban a Tarapacá, ahí habria de presentarse otra batalla.
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